Hace 27 años, se hizo el descubrimiento del considerado “secreto mejor guardado de Palenque”. La reina roja fue encontrada en el Templo XIII de la ciudad maya de Palenque, por una expedición liderada por el arqueólogo Arnoldo Gónzalez Cruz en 1994.
¿Quién era la reina roja de Palenque?
La reina roja fue llamada de esta forma, ya que al momento de descubrir su tumba, estaba cubierta por un polvo rojizo, además de presentar rasgos que hacían alusión a la realeza maya.

En primera instancia, se creía que la reina roja era madre o abuela de Pakal, sin embargo, después de varios estudios se dieron cuenta que no formaba parte de la familia de Pakal, por lo que inmediatamente comenzaron las dudas.
La conclusión a la que han llegado, es que se trate de Ix Tz´akbu Ajaw, esposa del rey Pakal, quien fue propuesta en matrimonio para mediar la paz entre los pueblos de Palenque y el de la reina roja.

Al momento de hacer la expedición, los arqueólogos notaron que habían dos restos junto al ataúd, en una de las cámaras del Templo XIII, se trataban de una mujer y un niño, quienes fueron sacrificados para acompañar a Ix en su camino al más allá.
Los estudios posteriores indicaron que Ix Tz´akbu Ajaw tenía 60 años al momento de su muerte y medía 1.54m, además de que sus dientes permanecían en buen estado, mostrando buena alimentación.
Templo de la Reina Roja
El Templo XIII se encuentra en la ciudad maya de Palenque, fue construido principalmente para presrevar los restos de la familia de Pakal, desde su abuela, su madre y el del mismo rey. Y no se encontraron nunca los restos de la que fuera su esposa, hasta que en la expedición de Arnoldo Gónzalez, lograron descubrir que había una cámara casi oculta, dedicada a preservar los restos de la reina roja.

Se sabe que Ix Tz´akbu padecía Osteoporosis, lo que la mantuvo discapacitada por varios años de su vida. En su tumba, se encontraron a dos sirvientes que fueron sacrificados para acompañarla en su viaje al más allá.
Máscara de la reina roja
Dentro de la tumba de la reina, se encontró una máscara que le pertenecía y estaba conformada por 119 fragmentos de malaquita, además de obsidiana y jade para cubrir los ojos.

La máscara, al igual que el sarcófago, estaban cubiertos por un polvo rojo llamado cinabrio, el cual es tóxico al inhalar.
Actualmente se muestra en un pabellón dedicado a la reina roja en el Museo de Sitio Alberto Ruz L´Huillier, ubicado en la carretera a la Zona Arqueológica de Palenque.